jueves, 21 de abril de 2016

LA SALUD, TAMBIÉN EN LA COCINA

Tomar alimentos de calidad no es suficiente para favorecer un estado de salud óptimo si no llevamos a cabo unas cuantas prácticas de higiene en la cocina.
Muchas veces, cuando he visitado alguna que otra casa he visto cómo se sacaban carnes del congelador y se dejaban descongelar directamente en la encimera o pasaban a cocinarse al instante. También he podido observar cómo se utilizan los mismos utensilios para cortar carne y después trocear verduras con un simple lavado de agua. Por no mencionar aquellas personas que compran el  pan de masas pre-cocidas congeladas en supermercados y, al llegar a casa, vuelven a congelar ese pan que ya había sido descongelado. Todas estas prácticas aumentan el riesgo de padecer alguna enfermedad por contaminación bacteriana y disminuyen la calidad de los alimentos que ingerimos.
Todos los alimentos contienen gran cantidad de bacterias. Algunas de ellas pueden llegar a ser muy perjudiciales para nuestro organismo y producirnos graves enfermedades, por ello se hace necesario seguir algunos de estos pasos:
- Utilizar diferentes utensilios para cortar los diferentes alimentos.
- Consumir los productos fabricados o elaborados respetando sus fechas de caducidad y desecharlos en caso de observar enmohecimientos.
- Desinfectar bien las superficies donde cocinamos o manipulamos alimentos utilizando productos desinfectantes como la lejía.
- Desinfectar a menudo los estropajos, bayetas y trapos de cocina, ya que son utensilios que acumulan millones de bacterias que proliferan con la humedad.
- Lavar platos, cubiertos y vasos con agua muy caliente y, de vez en cuando, desinfectarlos con ayuda del lavavajillas o, en el caso de hacerlo a mano, utilizando lejía apta para consumo.
- Lavar los alimentos crudos con agua abundante y un chorrito de vinagre. En el caso de embarazadas bien es sabido la importancia de desinfectarlos con lejía apta para consumo.
- Lavarse bien las manos antes de cocinar y evitar tocarse la cara, el pelo, etc.
- En caso de sufrir algún proceso infeccioso, mientras cocinamos debemos cubrirnos la boca para evitar el contagio al resto de comensales.
- Respetar la cadena de frío de los alimentos, evitando mantener un producto de refrigerado o congelado a temperatura ambiente durante mucho tiempo.
- Descongelar los alimentos respetando la cadena de frío, es decir, sacar el alimento del congelador el día de antes y dejarlo en el frigorífico hasta su total descongelación.
- Evitar cocinar productos que no estén descongelados en su totalidad, ya que esto hace que al cocinarlos las partes centrales no alcancen las temperaturas adecuadas para destruir las bacterias nocivas.
- No dejar alimentos cocinados a temperatura ambiente demasiado tiempo, ya que en caso de quedar restos de bacterias, éstas podrían proliferar y producir intoxicaciones.
- Después de las comidas, limpiar los platos evitando que se queden restos en los mismos que dificultarían su limpieza.
- Nunca congelar un alimento que ya ha sido descongelado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario