jueves, 20 de abril de 2017

DIETAS SIN GLUTEN

Estoy muy cansada de escuchar a diestro y siniestro que las dietas sin gluten son peligrosas para la salud y que es una moda en alza que compromete nuestro bienestar. Estas afirmaciones hay que cogerlas con pinzas y tener en cuenta que, cuando se hacen, las personas que las emiten tan solo están valorando el hecho de que eliminar el gluten supone consumir productos procesados sin gluten que contienen ingredientes perjudiciales para la salud. Es cierto que eliminar el gluten y pasarse a la sección "sin gluten" del supermercado es una opción muy negativa para nuestro organismo, pues estos productos, al igual que los "con gluten", contienen numerosos ingredientes muy pero que muy perjudiciales. Así pues, si debemos pasar a una dieta sin gluten por recomendación médica o por decisión propia, porque el gluten se sabe que es una proteína proinflamatoria tanto para los tolerantes como para los intolerantes y que es mejor reducir su consumo y consumirla de cereales que estén poco manipulados genéticamente, tenemos que tener claro que las estanterías "sin gluten" no son la solución, pues resultan igual de perjudiciales.

Cuando seguimos una dieta sin gluten o de disminución en su consumo debemos basar nuestra alimentación en vegetales: frutas y verduras, suponiendo 2/3 de nuestro alimento diario; proteínas de alta calidad, como las proteínas vegetales o, en el caso de consumir carne, pescados y huevos, tomarlos ecológicos y de la mejor calidad posible, moderando su consumo; y cereales integrales sin gluten (para los que lo eliminan por completo) como el mijo, quinoa, trigo sarraceno, amaranto, teff, arroz, o espelta integral, kamut y centeno para los que van a disminuir su consumo.

Eliminar o disminuir la cantidad de gluten consumido mejora la función intestinal y la absorción de nutrientes, al mismo tiempo que elimina o disminuye la inflamación orgánica, aliada del desarrollo tumoral y otras muchas patologías.

Eliminar el gluten no supone ningún perjuicio para la salud, siempre y cuando se sustituyan los cereales con gluten por otros que, además, son mucho más ricos nutricionalmente. No podemos eliminar el gluten y dejar de consumir cereales, pasando a un consumo exclusivo de proteína animal o productos procesados, dado que de ser así, estaremos comprometiendo seriamente nuestra salud, que es a lo que se refieren las afirmaciones antes mencionadas.

Pero dichas afirmaciones sirven también para dietas con gluten, puesto que hoy en día, la mayoría de la población consume cereales refinados, productos procesados, azúcares o edulcorantes añadidos y proteína animal de mala calidad, barata y asequible.

Llevar una dieta sin gluten y de calidad o con gluten y de calidad no requiere grandes esfuerzos económicos si se sabe cómo llevarla a cabo. Hay que tener en cuenta que un cereal integral va a saciar mucho más que uno refinado, una carne de calidad con bajo contenido en agua (la carne de baja calidad tiene mayor contenido para que el producto pese más) nos alimentará más y mejor y así sucesivamente con todos y cada uno de los productos de buena calidad. Si limitamos el consumo de proteína animal, aspecto de gran importancia para conservar la salud (tengamos en cuenta que hay familias donde la carne se consume a diario) y aumentamos el consumo de verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos (crudos o tostados) y semillas, estaremos mejor nutridos y necesitaremos menos cantidad de alimento para saciarnos y sentirnos bien, lo que implica menos gasto en alimentación y, por tanto, poder invertir en alimentos de gran calidad.

Comer sano no es caro, comer sin gluten no es malo. Hay que saber cómo llevarlo a cabo y dónde comprar.

1 comentario:

  1. Me parece genial que sigamos encontrando información sobre la la dieta militar, ya que ha ayudado bastante para bajar de peso y la recomiendo.

    ResponderEliminar