jueves, 11 de mayo de 2017

ALIMENTACIÓN Y DESNUTRICIÓN

Hace tiempo que vengo observando en mi lugar de trabajo, a diario o en reuniones de amigos, en el día a día, cómo las comidas principales se llevan a cabo sin ton ni son, sin criterios e información en la mano que permitan a la población alimentarse de forma correcta. Es muy común escuchar que hay que comer de todo para tener un plato equilibrado y evitar carencias nutricionales. 

Por otro lado, observo cómo aquellos que realizan una comida copiosa, combinando todo tipo de alimentos se muestran o sienten mucho más perezosos o cansados ante el trabajo de la tarde, sintiéndose somnolientos o amodorrados o con pocas ganas de volver a la jornada. 

También conozco muchas personas a las que les cuesta muchísimo arrancar por las mañanas y no es hasta media mañana que no empiezan a tener energía y se muestran de mal humor o apáticos, como si la jornada que tienen por delante les costase la vida.

¿Eres de los que se siente cansado después de comer? ¿Te levantas sin energía, de mal humor o apático?

Muchas personas achacan estos síntomas a los cambios de estación, el estrés, la falta de sueño, todos ellos motivos suficientes para sentirnos poco enérgicos, pero existe una razón que va más allá y es la alimentación.

Cuando en una misma comida ingerimos cereales, que por lo general son refinados, proteína animal, proteína vegetal, féculas, postres azucarados, pan, etc. nuestro organismo se siente satisfecho, pero, al mismo tiempo, está más que saturado. No necesitamos tanta comida para funcionar y encarar las actividades diarias. Resulta paradójico pero cuanto más comemos menos energía tenemos. Y esto ¿a qué se debe?

Cuando ingerimos gran cantidad de alimento y mezclando un poco de todo, nuestro sistema digestivo necesita mucha energía para digerirlo y mucho más tiempo para hacerlo. Ello implica que dicha energía no va a estar disponible para realizar otras tareas y nos sentiremos cansados, somnolientos y sin ganas de hacer nada.  Del mismo modo, si al llegar la noche cenamos tarde y una cena donde aparezcan la proteína animal, un poco de todo o gran cantidad de alimentos, nuestro organismo, que durante la noche, mientras dormimos, realiza la función de limpieza, va a tener que invertir gran cantidad de energía en digerir unos alimentos que no necesitamos, puesto que vamos a irnos a la cama y no vamos a consumir tanta energía -suponiendo que tengamos un estilo de vida diurno-. Si, además, cenamos tarde o nos vamos a la cama sin haber hecho la digestión (2 horas mínimo, 3-4 si ingerimos carne), impedimos que el organismo realice dicha función de limpieza de modo correcto, puesto que está digiriendo la cena, por lo tanto, al día siguiente nos levantaremos cansados y nos costará mucho arrancar el día.

Es ilógico que aún hoy sigamos realizando comidas donde se mezcle carne, huevos, pescados, féculas, cereales refinados, pan, salsas, postres azucarados. Tendría sentido si viviésemos en una sociedad donde solo se realiza una comida al día y donde hubiese carencias de alimento, pero no ahora.

También se suele escuchar que hay que comer de todo para evitar carencias nutricionales y mejor si ese todo está incluido en un mismo plato. Lo que ocurre es que cuando sometemos al sistema digestivo a esos esfuerzos a diario, con comidas copiosas donde mezclamos todo tipo de ingredientes, nuestro sistema empieza a padecer inflamaciones. Un órgano inflamado no puede trabajar correctamente y a la larga dará lugar a algún tipo de patología. 
Si nuestro intestino está inflamado no puede realizar correctamente la función de absorción de nutrientes porque, probablemente padezca un desajuste en la flora intestinal y todo lo que ello conlleva. Si no existe una correcta absorción de nutrientes consecuentemente van a existir carencias nutricionales. Así pues, se puede estar obeso o no, comer de todo en cada comida y tener carencias nutricionales importantes, además de sensación de cansancio, falta de sueño, sueño poco reparador, dolores de cabeza entre otros muchos síntomas.

Hay que tener en cuenta que es necesario comer de todo pero distribuyéndolo en pequeñas ingestas a lo largo del día y recordando siempre la proporción 1/3 de hidratos de carbono de calidad o proteína vegetal o animal 2/3 de verduras y fruta y reducir al máximo el consumo de proteína animal en pro de la proteína vegetal.




No hay comentarios:

Publicar un comentario