sábado, 10 de junio de 2017

HELADOS Y POLOS

Ahora que ya estamos casi en verano, nos apetece tomar cosas fresquitas que nos quiten el calor y nos den una hidratación extra. Los helados y polos son el postre o dulce más recurrido y sabemos que existe una gran industria a su alrededor. ¿Quién no ha comprado alguna vez tarrinas de helado o polos para tenerlos a mano en cualquier momento, en casa? ¿Quién no se toma algún que otro helado o polo, por no decir bastantes, en una heladería? Pero, ¿alguna vez os habéis preguntado los ingredientes de esos helados? ¿Sabes por qué tu helado de tarrina está tan cremoso y libre de bloques de hielo? ¿Por qué los helados y polos tienen tanto sabor si, al congelar un alimento, pierde en gran parte el mismo? ¿Cómo lo hacen?

Los helados industriales, esos que te derrites con tan solo dar un primer bocado, que te sacian emocionalmente y te dan un chute de energía instantánea, son solo eso, apariencias. Para que estos resulten cremosos tienen una cantidad muy pero que muy elevada de grasas, y no de grasas saludables, precisamente. Si leemos bien las etiquetas podremos encontrarnos con muchas sorpresas: aceites vegetales, leche desnatada, natas, grasas hidrogenadas (trans) entre otras. Sabemos que el consumo de grasa es necesario para nuestra salud, pero esta debe ser de calidad, de lo contrario su función no será otra más que aumentar nuestro peso, saturar nuestras arterias, crearnos dependencias y poner en peligro nuestra salud. Las grasas son imprescindibles para el correcto funcionamiento orgánico. Son necesarias para muchas reacciones bioquímicas, permiten el transporte de nutrientes dentro de la célula, favorecen la permeabilidad de la pared celular necesaria para dicho intercambio de nutrientes, entre otras funciones.  Y hay muchas grasas saludables, como las que encontramos en los frutos secos y semillas o los aguacates, aceites, etc.

Por otro lado, los helados y polos industriales están tremendamente ricos y tienen un sabor espectacular, a pesar de la congelación, porque estos tienen cantidades enormes de azúcar refinado o edulcorantes y, además, cuentan en sus ingredientes, a menudo, con los famosos potenciadores del sabor. Por ello, cuando los tomamos, disfrutamos al máximo.

Ahora bien, cabe reflexionar acerca de su consumo. Si bien tomar un helado industrial muy de vez en cuando, 2 ó 3 en todo el verano, no nos va a dañar, pero, hacerlo de forma continuada, uno a la semana, uno cada día, etc. resulta muy perjudicial para la flora intestinal, para las capas mucosas, para el sistema inmune, para el correcto funcionamiento orgánico, para nuestra salud emocional y mental, entre otros muchos aspectos. Y es que, si durante el año no consumiésemos ningún otro producto procesado poco saludable, no pasaría nada, pero la realidad es que la mayoría de la población toma comida que no es alimento de verdad y padece carencias nutricionales y problemas de salud serios sin saberlo, que pueden llegar a ser muy graves. Así pues, es importante hacer todo lo posible para favorecernos un ambiente que vaya en pro de la salud dentro de las limitaciones que hoy en día tenemos. 

Pero no nos alarmemos, existen muchas opciones saludables y refrescantes que se pueden elaborar en casa. Mucho más económicas, respetuosas con el medio y con nuestro propio organismo. 

Cuando te decides a hacer  polos o helados en casa, para poder seguir una alimentación saludable, libre de grasas saturadas trans, azúcares refinados, lácteos y aditivos artificiales como los colorantes, conservantes o potenciadores del sabor, te encuentras con varias dificultades: puede que el polo se te quede como un bloque de hielo aguado e insípido o tu helado de bola tengas que sacarlo media hora antes del congelador para poder servirlo. Por ello, este año me estoy formando en elaboración de helados saludables, pero, puesto que las recetas que allí aprendo no puedo publicarlas, os voy a ir dejando algunas que he puesto en práctica antes de iniciarme en el curso y que, para mi, están muy pero que muy ricas. Son completamente saludables, naturales y elaboradas con productos de temporada.

Hacer helados en casa te permite disponer de ellos en cualquier momento. Es súper fácil, económico y rápido. Podrás darte un capricho cuando lo desees sin miedo a maltratar a tu organismo.

¿Estás preparad@?

Pásate por la sección de recetas: Helados.


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